Este tema me ahoga.
Desde el punto de vista de la radio, hemos comentado en varias oportunidades sobre cómo la concentración de medios ha dejado a varias radioemisoras asociadas a holdings, algunos de capitales externos, disminuyendo la pluralidad en la información y opinión.
El tema es que, efectivamente como bien lo dice la nota de Martín Espinoza, en Chile no existe una ley de medios que regularice la propiedad y el monopolio de las emisoras. La regulación antimonopolios se controla mediante la FNE, pero basta que se creen como figuras legales varias radios con distintos dueños en el papel para que esta ley no aplique.
Otro tema aparte, pero indirectamente asociado, es que tampoco existe una normativa que prohíba que una radioemisora sea arrendada o vendida a un tercero, generando transacciones de varios millones de dólares, sin respetar el proceso "normal" de adjudicación de la concesión otorgada originalmente por la autoridad.
Lo malo a mi juicio es que el debate lo están encabezando políticos que poco tienen de radiodifusores, ya que en su discurso se habla de "medios públicos", como si los medios privados fueran perversos por un lado, y enredándose totalmente en explicar que en realidad si pueden existir radios privadas con rol público. Obviamente un sector político no va a querer que se regule nada que implique ceder o restringir la propiedad. Con ambos bandos protagonizando un debate para levantar bulla y obtener vitrina, el resultado será al final nulo.
Pero ojo: tanto la CIDH de la OEA como el Colegio de Periodistas de Chile ya han levantado la voz sobre el perjuicio que generan las políticas liberales sobre propiedad y concentración de medios, en el contexto global que impiden que todas las voces tengan voz, en directo perjuicio a la democracia. Esta alerta está hace rato en el aire y quizá por eso en Chile se apuraron en darle espacio a las radios comunitarias con un proyecto de ley que como bien dice Omasa, es bastante malo y con nulo resultado, quizá con el mismo mal resultado que ha tenido la ley del 20% de música chilena, que no ha logrado crear un movimiento musical potente, dando espacio a bandas emergentes o del medio "underground".
Ahora, en el contexto histórico, sabemos que la radiodifusión en sus primeros años en Chile estuvo impulsada como herramienta publicitaria. Las emisoras nacientes eran la tribuna perfecta para captar compradores de bienes y servicios. Por eso la radio en Chile proliferó tan rápidamente en las primeras décadas. Quiza eso hizo que los intentos de regulación fueran apresurados y solo se enfocaran en el ordenamiento del dial. Solo en la década del '40 hay antecedentes que la DGSE (Direcciòn General de Servicios Elèctricos, entidad encargada de regular el espacio radioeléctrico) rechazó el traspaso de una quinta frecuencia a la empresa Compañía Chilena de Comunicaciones, de manos de Cooperativa Vitalicia, para evitar monopolio (eso lo pueden leer en la tesis del Dr. Ricardo Paredes titulado "Explorando los primeros tiempos de la radio en Chile, 1922-1944").
Este último dato es importante, porque eso significa que hubo una época donde la autoridad SI TUVO interés en evitar el monopolio en la propiedad de las radioemisras del país, por lo que parece increiblemente idiota que hoy la autoridad NO tenga ese control. Quizá sea motivo para otro topic u otro posteo analizar CUANDO la autoridad se sacó de encima la responsabilidad de normar la propiedad de los medios radiales.
Así que a mi juicio, existen los siguientes inconvenientes para llegar a algo importante en materia de Ley de Medios:
-La autoridad dejó un vacío importante en el control de la propiedad de los medios.
-Al igual que en los primeros años, la radiodifusión actual posee un sentido comercial por sobre el sentido social.
-Los políticos no han auspiciado leyes aplicables e inteligentes en materia de radiodifusión en todos estos años.
-Los actuales propietarios de holdings radiales evitarán a toda costa que siquiera se discuta una ley de medios.