Como es sabido el tema económico esta complicado en España, y los recortes de presupuesto se hacen ver en cada región, especialmente a los medios de comunicación dependientes del gobierno, recientemente el fantasma del cierre cayo sobre la televisión autonómica de valencia, detalles en la nota:
España: Valencia cierra su radiotelevisión pública por costos “burbuja” insostenibles La decisión de la comunidad autónoma de Valencia, inédita en España, de cerrar su radiotelevisión pública ante la imposibilidad de asumir sus gastos muestra también la grave situación financiera de unos medios regionales que tuvieron una expansión desmesurada.
Foto: expansion.com
En solo unas horas, los trabajadores de la radiotelevisión valenciana RTVV pasaron el martes de las risas a las lágrimas: hacia mediodía la justicia anulaba el plan de despido de 1.000 de ellos y ordenaba su retorno a la empresa, a última hora de la tarde, el gobierno regional decidía cerrar el medio.
“El cierre es innegociable, la sentencia no nos hace tener otra opción que proceder al cierre”, afirmó este miércoles el presidente regional, Alberto Fabra, del conservador Partido Popular (PP), decidido a que el proceso sea todo lo rápido que permita la legislación”.
“No tenemos 40 millones de euros para poder satisfacer la readmisión de esos mil trabajadores porque ese dinero lo necesitamos para mantener educación, sanidad y políticas sociales”, aseguró.
Sin embargo, los representantes están dispuestos a “no dejar piedra sobre piedra hasta conseguir que se cumpla la sentencia y que la televisión continúe abierta“, afirmó a la AFP José Alcañiz, Secretario del Comité de Empresa de RTVV.
Valencia, citada antaño como ejemplo del éxito del país, es ahora la región más endeudada de España, con 29.200 millones de euros a finales de junio, es decir un 29,4% de su PIB.
En estas condiciones, y bajo la presión del gobierno central de Mariano Rajoy, también del PP, para que las regiones hagan más recortes, resulta difícil mantener un medio que carga él solo con una deuda de más de 1.000 millones de euros.
Para el periodista Manuel Campo Vidal, presidente de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión, este cierre crea “un grave precedente que pone en peligro la existencia de la televisión autonómica en España”.
“En Madrid puede pasar lo mismo, exactamente”, afirma Fernando Cano, redactor jefe de la web especializada en medios prnoticias.com.
La justicia examina un plan de ajuste que prevé la supresión de 861 de los 1.170 puestos de trabajo en la televisión regional y “ya ha anunciado el presidente de la Comunidad de Madrid que si el tribunal supremo falla a favor de los trabajadores y decreta su readmisión, ellos también van a declarar el cierre”, agrega.
Un modelo inviableEn su opinión, “es una situación bastante previsible porque son televisiones que son absolutamente endeudadas” y “el 90% del presupuesto de estas televisiones era dinero de la autonomía, que al final es dinero del Estado, con lo cual es inviable este modelo” en un momento en que, paralelamente, “la publicidad ha caído un 60% desde el año 2007″.
Todas las televisiones autonómicas han reducido ya sus efectivos, asegura.
Pese a todo, “el cierre de un medio de comunicación siempre empobrece las libertades”, lamenta Elsa González, presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), que “registra la pérdida de unos 10.500 puestos de trabajo periodísticos en los últimos 4 años y medio”.
Más de 70 medios cerraron este este periodo, en gran parte medios locales, lo que preocupa a la FAPE por su “trabajo de control del poder político, económico, sindical, cultural o social”.
“Hay algunas localidades que han quedado sin periódico de papel”, se preocupa González.
Sin embargo, en el caso de las televisiones regionales, es a veces difícil ver un trabajo de control político: “han sobrevivido sólo por las subvenciones públicas y han engordado precisamente de la mano de unos gobiernos que han intentado utilizarlas también como una arma política”, afirma Cano.
Mientras España se apoyaba en una burbuja inmobiliaria para crecer económicamente, otra burbuja se creaba en los medios audiovisuales: “aquí tenemos televisión española, que es la televisión pública nacional, y 17 televisiones más, o sea tenemos 18 televisiones públicas, yo creo que no pasa en ninguna parte del mundo”, critica.
“Una televisión pública que no es imparcial no tiene sentido”, afirma González, afirmando recibir mucha quejas de Madrid, Valencia, Andalucía o Cataluña, no sólo de espectadores que denuncian la falta de objetividad, sino “también de periodistas que no pueden trabajar con la libertad que requiere este oficio”. AFP