Fuente: http://www.sentadofrentealmundo.com/
"La radio era una novedad. Las personas se sentían intimidados por el aparato. La idea de que la información llegaba a través del aire, a través del éter, y eso era algo que estaba a un paso de la magia. Durante muchos años la gente lo consideró el invento más grande después de los inodoros con agua corriente" (Harry L. Schneck pionero de una tienda de radio en Cortlandt St. en 1921)
Hace unos diez años todos fuimos testigos de los atentados terroristas sobre el World Trade Center y la destrucción de las Torres Gemelas. Lo que no es muy conocido, es que para construir todo el complejo de torres, se tuvo que desalojar un barrio entero.
Para la década de 1950 y para ayudar a estimular la renovación urbana, David Rockefeller sugirió que que se llevara a cabo el proyecto de un Centro Mundial de Comercio para NY, pero que se lo haga en el Bajo Manhattan. Recién en 1965 se comenzó a adquirir todas las propiedades del lugar donde se había programado construir, el barrio de "Radio Row."
Durante 40 años, este barrio del bajo Manhattan fue conocido por la venta de radios y demás electrodomésticos, donde se encontraba la famosa Cortlandt Street, que era una calle plagada de almacenes de aparatos radiofónicos, nacionales e importados, "la calle de las radios", nombre con el que también se lo conocía al distrito.
La popularidad de la "calle de las radios" alcanzó su punto máximo en la década de 1950. La proximidad a los muelles del ferry de Nueva Jersey y el distrito financiero, junto a la aparición de nuevos artefactos electrónicos de consumo y la demanda de la posguerra, atrajo literalmente ríos de compradores a la zona. Los locales atendían al público todos los días desde las 7:00 a 22:00, excepto los domingos.
El éxito en ventas se debia al conocimiento y la experiencia de los vendedores, y al pacto que hicieron con las primeras franquicias que llegaron, las cuales sólo podían vender a minoristas. Todo esto fomentaba un espíritu de camaradería y entre los locales "Si un cliente necesitaba algo, y un comerciante no lo tenía, este iba a otro local y tomaba lo que necesitaba para su cliente, luego lo pagaba", era un pacto no escrito entre comerciantes y así ganaban todos.
Cuando los desalojaron, todos los comerciantes, residentes y propietarios, demandaron al Estado de NY, pero a la larga perdieron en los tribulales, y se le indemizó a cada uno con $ 3.000 por su propiedad o negocio, haya sido pequeña, mediana o grande.
Este tema ha sido editado por chuki: 05 octubre 2011 - 11:00