Chilevisión (Canal 11)
#1
Publicado el 19 junio 2009 - 12:30
Chilevisión (CHV) es uno de los canales de televisión más antiguos de Chile. Originalmente llamado Canal 9, por su frecuencia de emisión, fue fundado en 1959 bajo el patrocinio institucional de la Universidad de Chile.
Su primera transmisión se realizó el 4 de noviembre de 1960. En sus inicios fue una señal experimental que gracias al aporte del Estado salía al aire sólo los días viernes durante una hora, hasta que en 1962 –en coincidencia con el Mundial de Fútbol jugado en nuestro país- comenzó su proceso de masificación.
Por casi 20 años mantuvo el mismo nombre y frecuencia, salvo entre junio y septiembre de 1973, en donde emitió su programación como canal 6.
En abril de 1980 cambió su frecuencia al 11 y pasó a llamarse “Teleonce”, época en que se desarrollaron espacios que marcaron historia en la industria televisiva local: emitió el primer magazine matinal y creó formatos clásicos destinados a jóvenes y niños.
El 31 de marzo de 1991, Teleonce se transformó en Red de Televisión Universitaria, RTU. Esta etapa se caracterizó por programas deportivos, de actualidad, debate y cultura.
En 1993 la Universidad de Chile transformó RTU en Sociedad Anónima y vendió el 49 por ciento de su propiedad al consorcio televisivo venezolano Venevisión. Así, el 1 de octubre de 1993, pasó a llamarse Chilevisión S.A. y logró tener una cobertura nacional en abril de 1994.
Un año más tarde, la Universidad de Chile dejó de ser dueña mayoritaria de Chilevisión al vender casi la totalidad de sus acciones a Venevisión, quien quedó con el 99 por ciento de la propiedad de la empresa.
A fines marzo de 1999, Chilevisión pasó a formar parte de Iberoamerican Media Partners, conglomerado comunicacional formado por Cisneros Teelvision Group y Hicks Muse, Tate And Furst.
En 2001 se produjo la fusión de las Empresas Iberoamerican Media Partners; Cisneros Televisión Group y El Sitio, para la formación de una nueva compañía denominada Claxson Interactive Group.
El 15 de abril de 2005, Claxson vendió el 100 por ciento del capital accionario de Red de Televisión Chilevisión S.A. a Bancard Inversiones Limitada e Inversiones Bancorp Limitada.
Los nuevos dueños establecieron un Directorio presidido por Sebastián Piñera Echenique e integrado por Andrés Navarro, José Joaquín Brünner, Juan Claro, Fabio Valdés, Magdalena Piñera Echenique y Santiago Valdés
#2
Publicado el 19 junio 2009 - 06:25
#3
Publicado el 22 junio 2009 - 08:10
Canal de la Universidad de Chile: "Lo vendimos bien"
Enviado por Nicolás Rojas Inostroza el 09/01/2009 a las 21:14
La idea estaba más o menos clara: televisión educativa, cultural, comprometida con el desarrollo intelectual del país. En 34 años de vida cambió de nombre, de público objetivo, de línea programática e incluso de señal. La fallida historia de UTV, Teleonce, RTU y Chilevisión se mantuvo por tres décadas con un esquivo público, decenas de estructuraciones, el karma de su misión, millonarias pérdidas e infructuosas cartas de ajuste.
“¿Qué va a hacer la Universidad de Chile con un canal de televisión?”, preguntó el entonces rector Juan Gómez Millas a Bartolomé Dezerega, ingeniero que le presentaba un ambicioso proyecto: “Rector, aquí se abren muchas posibilidades. Usted puede hacer televisión cultural, televisión educativa y, bueno, ahí se irá viendo”, propuso entusiasta.
Las primeras transmisiones del Canal 9 de la Universidad de Chile se realizaron, en blanco y negro, el 4 de noviembre de 1960. 34 años más tarde el sueño de la televisión educativa se transformaría en un recuerdo lleno de polvo.
Esa noche, el Rector señaló que la televisión era una herramienta “para ilustrar a nuestro pueblo tanto en el arte como en la ciencia”. La noche inaugural, el canal fue captado por más de 300 televisores en la capital. Los escasos espectadores pudieron ver al periodista Luis Hernández Parker, un repertorio de canciones de la Araucanía, debates académicos y el teleteatro de una novela de Óscar Castro. La oferta de esos primeros 100 minutos de UTV cumplió a cabalidad con lo estipulado en el Decreto Ley 7.039 promulgado bajo el gobierno de Jorge Alessandri. La ordenanza señalaba que las radiodifusoras educacionales debían transmitir programas de indiscutido valor educativo, con exclusión absoluta de propaganda pagada como forma de financiamiento.
Los dos primeros años fueron de televisión experimental, con transmisiones diarias que oscilaban entre una y dos horas. La primera parrilla incluyó programas de entrevistas, artes plásticas, teatro y una serie de hechos sobrenaturales dramatizados.
El cambio sustantivo se suscitó a partir del Mundial de Fútbol de 1962, UTV entraba a un escenario más competitivo: 20 mil televisores. Un año más tarde se debatió en el parlamento la posibilidad de aprobar la publicidad como medio de financiamiento, pero diversos estamentos se opusieron: la televisión no podía convertirse en un negocio. Si bien la ley prohibía terminantemente las prácticas publicitarias, los canales la utilizaron de forma disimulada. Por ejemplo en El Show de Arturo Millán, el conductor aparecía conduciendo un auto alemán al cual, misteriosamente, siempre se le enfocaba la marca.
Con la llegada de Eduardo Frei Montalva la ley se flexibiliza y las estaciones comienzan a incursionar en el rubro de la entretención, es el tiempo de series como Lassie, La Hora de Hitchcock o La Caldera del diablo. La escasez de presupuesto merma la producción nacional y crece la compra de material proveniente de Estados Unidos.
Primeras turbulencias.
Los primeros atisbos de crisis económica para el Canal se divisan en 1968, año en que se arrojan pérdidas de 824 mil 458 escudos. Dos años más tarde Jaime Celedón, nuevo director ejecutivo del canal, habla de un “deplorable estado financiero, con déficit considerable en escudos y en deudas contratadas en dólares”. Sus sucesores enfatizaron en lo mismo: el canal tenía un grave problema que lo acompañaría hasta su agónico final.
En septiembre de 1970 iniciaba sus transmisiones un poderoso actor: Televisión Nacional de Chile. Por esos años el “Canal 9 era un canal de izquierda, ingobernable, que llegó a ser un canal mirista, de extrema izquierda”, recuerda Bartolomé Dezerega en la tesis Canal 11: reflejo de la televisión en Chile.
Junto al advenimiento del período de la Unidad Popular (UP) se promulgaba la primera Ley Orgánica de Televisión N°17.377 que apuntaba al rol social del medio de comunicación, estableciendo un financiamiento que sería mayoritariamente estatal. En el primer artículo, la ley señalaba que la televisión no estará al servicio de ideología alguna y mantendrá el respeto por la diversidad. Sin embargo, la radicalización de las posturas no estuvo ausente de UTV. Mientras el país se polarizaba visitaron los estudios de Canal 9 artistas de la talla de Frank Sinatra Junior, Raphael y Hervé Vilard. El desfile de estrellas no fue gratuito, en 1972 la situación económica del canal se tornaba crítica: los egresos superaban ampliamente los ingresos.
Razones de Estado.
Los meses antes del golpe, los problemas entre los trabajadores y la rectoría de Edgardo Boeninger se agudizaron. “El Rector se propuso cambiar a casi la totalidad de los periodistas de Canal 9 que eran de izquierda”, recuerda Juan Ángel Torti en su libro Televisión chilena: sus primeros pasos (1959-1973).
En enero de 1973, los operarios deciden tomarse el canal ubicado en Inés Matte Urrejola 0825. Meses más tarde la Universidad lanzaba una señal oficial que transmitía en la frecuencia 6, mientras se tramitaba el retorno de la señal tradicional. UTV en toma transmitía los programas Asamblea Sindical, Ventana Sindical, Pobladores y Televisión Campesina, con escasos índices de sintonía.
La toma del canal finalizó el 9 de septiembre, dos días más tarde el acuerdo que había sellado el conflicto pasaría al olvido: la dictadura traería severos cambios para el país.
El aporte fiscal fue suprimido en 1974, pues el Estado gastó la misma cantidad de dinero en la construcción de escuelas que en subsidios para la TV. La medida causó severos problemas económicos a los canales, obligando al Estado a inyectar 6 millones al Consejo Nacional de Televisión (CNTV). En el fondo de contenidos educativos, TVN se aseguraba un 40 por ciento, mientras que la misma cantidad de dinero estaba destinada a los canales universitarios por medio de fondos concursables. Nuevo problema: gran parte de los paquetes publicitarios se los llevaba TVN y Canal 13, por ser los canales de mayor cobertura nacional.
Durante toda la década se suceden intentos para reorganizar el canal, pues los elevados gastos de producción reportaban escasa sintonía (un 5 por ciento hacia 1973). Canal 9 pudo mitigar sus deudas con aportes del Ministerio de Hacienda. La Revista Qué Pasa señalaba por esos días que “el canal se autofinancia sólo en un 15%, en tanto que el Canal Nacional lo hace en un 60 o 65 por ciento”.
En 1975, las cifras de audiencia se mantienen bajas, especialmente la tarde de los sábados cuando Canal 13 obtenía un 28,1 por ciento con Sábados Gigantes, mientras UTV lograba no sobrepasaba el uno por ciento. Por enésima vez había que repensar el canal.
“Lo único utilizable son seis videocaseteras y tres editoras. El resto está todo obsoleto (…) El personal hace verdaderos milagros para sacar adelante los programas con gente que hace varios trabajos por un solo sueldo”, señala un funcionario del canal a El Mercurio en 1978. La situación es dicotómica, los demás canales inician con orgullo sus transmisiones a color, mientras UTV permanece sumido en la precariedad del blanco y negro.
El Canal 9 enfocó su línea editorial en los niños y la juventud. La Universidad inyectaba recursos constantemente para el funcionamiento de la señal, hasta que en 1976 la Controlaría General de la República prohibió esta práctica. Habían pasado 15 años desde los inicios del canal, y la deuda de arrastre ascendía a 2.5 millones de dólares. En 1978, el Ministerio de Hacienda resuelve pagar la deuda. La década de los 80 se inicia con una rotativa de ejecutivos.
Del nuevo extremo.
“El público se fija ciertas ideas y no se puede negar que el canal tuvo un pasado político…”, aclara Alfredo Lamadrid, entonces gerente de Programación y Producción. Nacía en 1980 Teleonce, un nuevo canal.
El mismo año de su lanzamiento, el canal consigue un préstamo para renovar los equipos. Educar parece no ser atractivo para las audiencias, ni para los auspiciadotes. A fin de año la situación es nuevamente adversa: la Universidad debe disponer una remesa de 132 millones de pesos para cancelar la naciente deuda.
En el departamento de prensa de Teleonce “era habitual que se iba el periodista a esperar la cámara, porque había cuatro cámaras para doce periodistas”, recordó Gabriel Cantón, director de prensa del canal por esos años, en una entrevista concedida a estudiantes de periodismo hace una década.
A mediados de los ochenta la periodista Marta Blanco es nombrada directora ejecutiva y se ensaya un canal cultural, cercano al objetivo primigenio de la televisión universitaria. Tras el fracaso en sintonía, Blanco renuncia. Corrían otros tiempos: el jefe de la Dirección Nacional de Comunicación Social (Dinacos) pasaba a ser jefe de prensa del mismo canal que hace una década era tildado de “mirista”. A principios de los años 80 se potencian espacios de entretención. Llama la atención un programa ecológico llamado Equilibrios, que inició su temporada con el capítulo titulado “La carretera General Pinochet”.
La autocensura es una práctica constante en el departamento de prensa. El canal se debatía, por enésima vez, entre la misión educativa que debía tener la estación de la Universidad de Chile, las mejoras en índices de audiencia y el autofinanciamiento. Educar, atraer y generar utilidades eran verbos incompatibles en la señal 9 y en Teleonce.
Según trascendidos publicados por El Mercurio el canal tendría, hacia 1989, una deuda de mil 500 millones de pesos. Mientras que el patrimonio neto de la estación llegaba a 320 millones y sus utilidades a escuálidos 150. Terminaba la dictadura con la llegada de Megavisión y Red Televisión al mercado.
¿La alegría ya viene?
La transición a la democracia encuentra a Canal 11 con cifras rojas. Según un artículo publicado en El Mercurio se estima que en los 30 años de vida del canal se ha generado un déficit anual de 3 millones de dólares, mientras que sus costos son de 6. Se podría decir que el Canal ha logrado ser autofinanciado en un 50 por ciento a lo largo de su historia. Algo estaba claro: la televisión educativa no era negocio, ni traía éxito en sintonía.
En 1991, Canal 11 sólo supera a UCVTV en participación publicitaria con un 4 por ciento del mercado. En este escenario se busca una alianza con TVN donde el canal del Estado llevase la gestión económica y la Universidad se preocupara de los contenidos. Una dura oposición política, terminó por dinamitar el proyecto de colaboración conocido como el Canal 18 (7+11).
Hacia 1993 Teleonce acumulaba alrededor de dos millones de dólares anuales en pérdidas. Ante el crítico escenario se decidió formar la Red de Televisión de la Universidad de Chile Sociedad Anónima (RTU). Los objetivos apuntaban a sustentar una programación por ejes temáticos: el deporte, la familia y la cultura. La estrategia buscaba posicionar a RTU en el cuarto lugar del nivel de audiencias, asegurándose un trozo interesante de la torta publicitaria. La política de abaratar costos incluyó la exhibición de series extranjeras y la creación de exitosos programas como Extra Jóvenes y Matinal 91. De esta nueva entidad, el 49 por ciento de las acciones fueron adquiridas por el grupo del empresario venezolano Gustavo Cisneros, lo que significó el pago de casi siete millones de dólares a la Casa de Bello y el nacimiento de Chilevisión.
En el primer año de gestión conjunta, las pérdidas superaron los mil millones de pesos, pero ahora la señal se extendía por todo Chile y se habían realizado importantes mejoras en infraestructura.
La sociedad no funciona: la gestión conjunta se vuelve imposible. En 1994, los venezolanos pagan 8 millones de dólares por el 51 por ciento restante y se quedan con la totalidad de la sociedad. La frecuencia 11 sería arrendada por 25 años. “Lo vendimos bien”, aseguró el rector Jaime Lavados, mientras prometía que el canal seguiría en una señal de cable.
Una década duró la era Cisneros. En 2004, el empresario Sebastián Piñera compró la explotación del canal en 24 millones de dólares. Durante el primer semestre de 2008, Chilevisión ha generado casi 20 mil millones de pesos en utilidades, en el mismo sitio donde se ensayaron múltiples fórmulas. Faltó la más productiva: rating, a cualquier precio.
El contexto político-social, la escasez de recursos, la eterna dependencia del Estado y su burocracia, falta de equipos técnicos y deficiente capacidad de adelantarse a los cambios de los audiencias son los factores que configuraron la muerte del canal que tuvo por karma la misión de educar.
La administración de la señal debería volver el año 2018 a la casa de estudios, tras un contrato de concesión a 25 años con privados. Se estima que a esa fecha ya esté implementada la Televisión Digital Terrestre (TVDT).
Del proyecto sólo queda un difuso recuerdo, condenado al ostracismo por los espectadores que prefirieron cambiar de canal.
Canal 9 - 1960
cámara - 1977
Canal 9 - 1978
buena visión de lo que pasó con la señal del canal de la Universidad de Chile.
saludos.
#4
Publicado el 22 junio 2009 - 10:30
#5
Publicado el 23 junio 2009 - 12:00
#6
Publicado el 24 junio 2009 - 06:44
#7
Publicado el 24 junio 2009 - 09:19
#8
Publicado el 24 junio 2009 - 11:02
ufff ... hace tiempo no me doy una vuelta por la UHF , a ver si estos días hacemos una revisión , buen dato Matías.Algo curioso:
Ahora, siendo las 16:41 según el reloj de mi PC, Chilevisión está saliendo en simulcast por la UHF santiaguina en el canal 30. Esta señal en la mañana habían unas barras de ajuste y semanas anteriores tambien estaban estas barras de ajustes.
Sale con menos potencia que en semanas anteriores y esta señal 30 fue la que usó o usa Chilevisión para las pruebas de Tv digital.
Saludos.
matías.
que raro , el canal 6 pertenece a Chilevisión , no es una frecuencia arrendada.Supe que en CHV en su repetidora en San Felipe-Los Andes en la frecuencia 6 de un dia para otro se cambio de señal, en vez de CHV se ve en ese canal UCV TV.
#9
Publicado el 24 junio 2009 - 11:20
#10
Publicado el 27 junio 2009 - 03:17
#11
Publicado el 27 junio 2009 - 10:51
#12
Publicado el 05 julio 2009 - 09:54
El Mostrador.cl
29 de Abril de 2009
Estudio del CEP revela los beneficios que Piñera tendría si se aprueba el proyecto de ley de TV
Una investigación del abogado Lucas Sierra, del Centro de Estudios Públicos, desmenuza la iniciativa legal. En ella queda al descubierto cómo Chilevisión quedaría con más concesiones televisivas, pudiendo prescindir del acuerdo que firmó con la Universidad de Chile. Además podría ampliar su giro al millonario negocio de la telefonía móvil. Ambos sectores son regulados por organismos públicos. Si el empresario se convierte en presidente, estarían bajo su control político.
Por Felipe Saleh
El abogado Lucas Sierra, master en Derecho de la Yale Law School y doctor en Ciencias Sociales en Cambridge lleva años dedicado a precisar los alcances jurídicos de las telecomunicaciones, desde su puesto como investigador del Centro de Estudios Públicos (CEP). En ese contexto se ha convertido en una voz respetada dentro de la industria televisiva gracias a varias publicaciones dedicadas a analizar el rol del Consejo Nacional de Televisión (CNTV), donde ha elevado propuestas para la transición más adecuada de Chile hacia la televisión digital.
El último de sus trabajos se llama "Reforma Legislativa de la Televisión Ante el Futuro Digital: Un paso adelante, uno atrás", publicado en marzo de este año por el CEP. En la investigación Sierra analiza los dos proyectos de ley enviados por el gobierno al Parlamento: el que reforma la ley general de televisión (18.838) y el que busca cambiar la ley 19.132 que rige a Televisión Nacional de Chile, TVN.
En el análisis del primer proyecto, enviado después de una larguísima discusión que tomó casi diez años, aparecen antecedentes que demostrarían técnicamente las complicaciones que le podría traer a Sebastián Piñera mantener el doble rol de Presidente de la República y dueño de Chilevisión. Esto, debido a que, de convertirse en Jefe de Estado, Piñera tendría el control político del CNTV y la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), organismos que regulan el sector.
Este conflicto es algo que Piñera se ha encargado de descartar en todas sus alocuciones públicas. Este lunes, en el acto donde oficializó el sistema de fideicomiso ciego voluntario, el empresario anunció que cuatro bancos de inversión (Celfin, Moneda Asset, Larraín Vial y Bice Corredores) van a administrar su fortuna, estimada en US$ 1.900 millones, y ratificó que no venderá Chilevisión ni dejará su participación accionaria en Colo-Colo, en caso de ser electo presidente.
Según la fórmula planteada por el empresario, el canal de televisión abierta quedará sujeto a un estatuto que garantice su "pluralismo". Dicho documento está siendo elaborado por el estudio Barros & Errázuriz. Uno de los socios del bufete es Fernando Barros Tocornal, mano derecha de Piñera en la confección del fideicomiso y quien representó a Bancard, la sociedad mediante la cual compró Chilevisión al grupo Claxson en 2005. Por último, el argumento principal para no alejarse de la propiedad del canal es que no deberá negociar ningún acuerdo con la Universidad de Chile, propietaria de la concesión, mientras sea presidente.
Sin embargo, la investigación del CEP revela antecedentes en la dirección contraria.
El nuevo estatus de Piñera.
El proyecto de ley que duerme en el Congreso -y debiera ser aprobado en el eventual gobierno de Piñera- divide en dos las concesiones televisivas: una de "libre recepción" y otra de "servicios intermedios". La primera implica la autorización para emitir televisión y la segunda, el espectro radioeléctrico necesario para hacerlo. Además, geográficamente las concesiones se dividen en cuatro tipos. La primera de ellas corresponde a las concesiones nacionales que incluyen a quienes hoy tienen una cobertura en más del 50% de las regiones del país. Chilevisión entra en esta categoría.
Sierra lo resume así en el documento disponible en el sitio web del CEP: "Hoy la Universidad de Chile no tiene concesión sobre Tongoy, por ejemplo, donde sí tiene Chilevisión. Pero esta última no tiene sobre Santiago, donde sí tiene la Universidad de Chile, que Chilevisión usufructa. Si el proyecto se convierte en ley, la Universidad de Chile, como concesionaria "nacional", será automáticamente titular de una concesión de servicios "intermedios" en Tongoy, y Chilevisión, por su parte, tendrá automáticamente la suya en Santiago".
Cuando Sebastián Piñera y su equipo negociaron la compra de la sociedad RTU, controlada por el grupo venezolano Cisneros a través de Claxson, el paquete incluía algunas concesiones que la sociedad tiene por sí sola a lo largo del país. Una de las que no le pertenecía era la que cubre Santiago, que es de la Universidad de Chile y por ley es intransferible. Por eso, la figura sobre esta concesión en particular es de "usufructo". La gestión conjunta entre la Universidad de Chile y Cisneros, a través de RTU duró sólo entre 1993 y 1994. Ese año, los venezolanos tomaron el control y la nueva sociedad se convirtió en propietaria de algunas concesiones en el resto del país para alcanzar cobertura nacional. Salvo la frecuencia 11, correspondiente a Santiago.
La frecuencia 11 se arrendó por 25 años. El mismo plazo que consiguió Piñera cuando tomó el control de la estación. Claro que de aprobarse la ley propuesta por el gobierno, el empresario tendría un nuevo estatus como concesionario, gracias al cual incluso podría prescindir del acuerdo con la universidad, al no necesitar legalmente de ese espacio que arrienda para transmitir en Santiago.
El propio Lucas Sierra lo consigna en una nota a pie de página: "Si el proyecto se convierte en ley, Chilevisión ganará espectro sobre lugares en que hoy no tiene, y a los que accede usufructuando de las concesiones de la Universidad de Chile. Al ganar concesiones propias, el incentivo para este usufructo puede desaparecer".
El silencio de la U.
Este complejo panorama es conocido al interior de la Universidad, donde todavía recuerdan la promesa que el entonces rector Luis Riveros puso en boca de Piñera cuando se hizo el negocio: el empresario ayudaría a la casa de estudios a implementar una señal de cable manejada por la universidad.
De eso, ni rastro y sobre el estatus especial que tendría Chilevisión S.A. gracias al proyecto de ley, no hay una postura oficial. Durante varias semanas El Mostrador intentó contactarse con el profesor Luis Riveros y con Roberto La Rosa, director jurídico de la Universidad, sin obtener respuesta. Una fuente del Departamento de Derecho Informático de la casa de estudios asegura que "Casa Central nos pidió que hiciéramos un informe, hace dos años, pero después no siguieron adelante".
Piñera Telecom.
El tema tiene otra lucrativa arista. Si algún nuevo actor quiere entrar a la industria necesita tener ambos tipos de concesiones (de libre recepción y de servicios intermedios). De lo contrario, debe conseguir la primera y arrendar la segunda a alguno de los operadores que si la tenga, como el canal de Piñera, y de esa manera poner al aire sus contenidos. Es decir, se abre el negocio para que una productora privada, por ejemplo, compre a Chilevisión un espacio de su espectro.
Este no es la única oportunidad comercial que podría abrirse para Piñera, si se aprueba la iniciativa legal.
La categoría de "servicios intermedios" posibilita a los concesionarios convertirse también en proveedores de datos, lo que amplía aún más el negocio hacia nuevos horizontes como la telefonía móvil, sector que tiene más de 15 millones de aparatos funcionando en el país y mueve millones de dólares al año.
De ahí, que si llega a la presidencia, Piñera podría enfrentarse a un serio conflicto de interés ya que serán la Subtel y el CNTV los organismos llamados a regular el nuevo escenario.
negocio redondo
#13
Publicado el 16 julio 2009 - 01:49
#14
Publicado el 30 julio 2009 - 02:51
#15
Publicado el 24 diciembre 2009 - 10:08
#16
Publicado el 24 diciembre 2009 - 10:24
tienes alguna base real ? o te estás adelantando al 28 de dic. ?Si Sebastian Piñera sale elegido presidente entregaria CHV a un grupo de beneficiencia.
#17
Publicado el 25 diciembre 2009 - 01:18
Si Sebastian Piñera sale elegido presidente entregaria CHV a un grupo de beneficiencia.
claro, a la fundacion "mi casa" de la familia piñera morel
#18
Publicado el 26 diciembre 2009 - 05:36
#19
Publicado el 26 diciembre 2009 - 05:44
#20
Publicado el 26 diciembre 2009 - 10:36
tienes alguna base real ? o te estás adelantando al 28 de dic. ?
Es efectivo, Karlanga.
Esa información salió y la leí en "El Mercurio" hace unos días atras, referente a un reportaje de que haría Piñera con sus empresas si fuese elegido presidente.
Saludos.
Matías.
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