El cassette compacto, tal como lo conocemos hoy, aparecio por vez primera en Europa en mayo de 1963 al alero de Philips -patentados en forma conjunta por Philips y Sony, al igual que el CD- e introducidos en Chile en 1965 por la misma Philips Chilena. Los primeros cassettes, hechos en base a poliéster tensilizado como material de base y óxido de hierro fase gamma (y-Fe2O3 ) como material magnético, estaban concebidos más como medio de grabacion de voz y dictado. Al principio, las características del formato, tales como la reducida velocidad de marcha (4,76 cms/seg, o 1 7/8 pulg/seg), lo delgado del ancho de pista (0,5 micrones o menos) y la naturaleza granular de la superficie, así como el gran tamaño de las partículas (0,5 micrones o más de diámetro mayor), limitaban su respesta de frecuencia, su rango dinámico y su ruido de fondo era notoriamente alto, lo cual los hacía hasta el momento incompatibles para su uso en HiFi.
Con el fin de mejorar el rendimiento de éstas, contínuamente se ensayan nuevas formulaciones. Es así como en 1968 la japonesa TDK -hasta entonces Synchro- introduce los cassettes SD, los primeros para HiFi del mundo. Luego en 1970 Maxell introduce la cinta UD, que exhibia muy buen sonido tambien (y cuyas posteriores versiones fueron mejorando en rango dinámico, 1 dB cada vez). En 1971 aparecen los primeros cassettes de dióxido de cromo (CrO2) BASF -inspirados en las cintas de carrete abierto para comptadoras- y los de cobalto dopado con óxido de fierro gamma (Co - Fe2O3) de Scotch 3M. así como las AUDUA (magnetita negra, Fe3O4 de TDK, usadas sólo en cintas de open reel). Ésta última surge como una alternativa al CrO2 o "Chromdioxid" original o tipo II (y hasta el momento uno de los pocos genuinos de CrO2 eran los BASF y émulos de otras marcas como AGFA y Grundig), el cual era de mayor costo y más abrasivo para la superficie de lso cabezales, lo cual resultó en una fórmula mejroada en relación con las "normales" (tipo I, de óxido de fierro), aunque no tan notable como el CrO2, de menor respesta de frecuencia, mayor ruido y menor retentividad. En 1973 SONY lanza DUAD, la primera cinta de ferro cromo (FeCr), la cual ciombinó las propiedades más ideales del óxido de hierro (mejor respuesta en bajos) y del CrO2 (mejor respuesta en agudos) minimizando las limitaciones de ambos, cintas del tipo III. Y en 1974 aparecen las TDK SA (Super Avllyn) y en 1979 Maxell Epitaxial; ambas orientadas a mejorar algunos defectos de las de CrO2 y FeCr, como el sacrificar la sensibilidad de margen medio para obtener una mejor respuesta en agudos, lo cual éstas últimas eliminan al combinar los cristales de cobalto epitaxialmente (es decir, en forma paralela al eje mayor ambos elementos), en vez de impregnados en forma dispersa como las partículas de cobalto convencionales. Y por último, en 1979 aparece la cinta de metal puro, hierro elemental, libre de oxido, desarrolladas por Scotch 3M como METAFINE, cintas tipo IV. Pero al ser hierro puro se oxidaban fácilmente en contacto con el aire, razon por la cual perdian retentividad y fidelidad en breve tiempo; en respuesta a tal defecto Maxell lanzo en 1982 las particulas Metal SP (Stabilized Pure) tratadas contra la oxidacion con una capa ultramicroscópica de óxido de hierro gamma, lo cual les hacía perder discretamente calidad de sonido (lo cual veremos más adelante en detalle al comparar las diversas versiones y marcas) pero ganaban notablemente en urabilidad siendo por mucho tiempo consideradas las mejores del mercado. En 1983 surge un tipo alternativo, las partículas metálicas para uso en posición CrO2 (HX-S de TDK), las cuales permitieron que aparatos sin compatibilidad para cinta de metal mejorasen su rendimiento a niveles nunca posibles para éstos hasta entonces; pero su alto costo no permitieron su prendida en el mercado (otras de ese tipo eran las CD-MH de That's, de Taiyo Yuden, Japón).
Dato aparte es que las cintas de metal sólo se recomendaba su utilización de grabadoras equipadas con selector para cinta metal, toda ez que su mayor dureza desgastaban más rápidamente los cabezales no diseñados para éstas (Permalloy por ejemplo), debiendo usarse cabezales más duso (Sendust) y a que su corriente de polarización óptima era un 70% más alta que las de CrO2, lo cual, empero, les permitía mayor retentividad (3.600 a 3.800 Gauss) y mayores nivles de grabación (+6 dB) Empero, sí era posile reproducirlas en aparatos no metálicos, en la posición II (CrO2).
Las grabadoras de cassettes también fueron evolucionando en forma paralela y complementaria a las formulaciones de las cintas. Es así como los fabricantes fueron desarrollando medidas para mejorar el rendimiento y calidad de las grabaciones, tales como las reducciones de ruido (DNR de Philips, HNR de Sony o ANRS de JVC) y en 1971 aparece el Dolby B y en 1979 el Dolby C y el DBX, lo cual aumentaba el rango dinámico en 5-10 dB, 10-20 dB y 20-40 dB según rangos de frecuencias, respectivamente, operando en base a compresión y descompresión dinámicos durante los procesos de grabación y reproducción. Los últimos modelos incorporaron una variedad que no alcanzó mayor difusión: el Dolby S a fines de los 90, y el Dolby HX Pro, el cual mejoraba el rango dinámico expandiéndolo directamente. Algunos modelos primeros de decks de cassettes tenían capacidad para grabar al doble de la velocidad (es decir, 9,5 cms/seg) lo cual ciertamente mejoraba la calidad de sonido, pero lógicamente reducía la duración de la grabación/reproducción a la mitad) y los cabezales fueron endureciendo sus materiales (sendust - ferrita de Sony o SF, GX de Akai, MX de Technics, aleación amorfa de Kenwood) y reduciendo el tamaño del entrehierro, lo cual les permitía grabar y reproducir campos magnéticos más pequeños, mejorando así la respuesta de frecuencias en agudos. Ajustes finos de polarización (Bias), la posibilidad de grabar en forma ecualizada y sistemas de 3 cabezales que permitían monitorear en vivo las grabaciones en el momento mismo en que se efectuaban, refozaban la calidad que sostenidamente lograban las grabaciones en cassette.
A mediados de los 70 comienzan a llegar las grabadoras, raduiograbadors y equipod integrados o de componentes separados, reemplazando a los tradicionales tocadiscos fabicados en Chile (Winco, Dual, etc) al relajarse las restricciones aduaneras en froma progresiva, lo cual permitió la masificación del uso de cassettes en todos los ámbitos, convirtiéndiose en el medio más popular, sencillo y económico para almacenar voz, música en cada vez mayor fidelidad y hasta datos (recuerden ustedes las cassetteras de las computadoras a mediados de los '80). Pero su reinado comenzó a declinar a fines de 1999 e inicios de los '00 con la irrupción de los archivos comprimidos y las copiadroas de CD. De hecho los cassettes vírgenes casi no se ven y los pregrabados ya casi no existen en las tiendas de discos, aunque los equipos de sonido de tamaño mediano aún los incluyen como parte del equipamiento normal y las firmas continúan ofreciéndolos en sus sitios web, aunque sólo las variedades más básicas de los tipos I y II, habiéndose discontinuado los tipo IV.
Pronto fotos y datos de cassettes que nos hicieron felices más de alguna vez en nuestras vidas.
Saludos cordiales y a posetar se ha dicho!!! .-